Todo empezó la noche del sábado, con un perro desaparecido en la calle
de Aurora, en el corazón del barrio del Raval. La víctima, de unos 50
años, empezó primero a aporrear la puerta de Liberto y de María Isabel,
que viven en el primero segunda del número 16 de esa misma calle. “Nos
decía que le devolviésemos su perro”, recuerda la mujer. Ni siquiera
abrieron la puerta del piso. Por la mirilla, vieron al hombre y pensaron
que algo raro le ocurría. “No estaba bien”, resume Liberto. Y le vieron
como bajaba las escaleras, simulando que llamaba a la policía para
decirles que le habían robado el perro. No le conocían.
La siguiente trifulca se la tuvo poco después, con Elías, un hombre de
59 años, que dejó el coche aparcado en medio de la calle con su mujer
dentro. “Acabábamos de llegar del Carrefour”, cuenta desde el sofá de su
casa, también en la calle de Aurora. Primero vio a la víctima, a la que
tampoco conocía, merodeando cerca de su coche. “Fue directamente al
maletero y le pregunté si buscaba algo”, recuerda. El hombre le dijo que
no y se fue. Elías siguió entonces descargando las bolsas de la compra,
que subía hasta el tercer piso sin ascensor en el que vive. Hasta que
oyó los gritos de su hijo de 14 años: “¡Baja, que a mamá la están
agrediendo!”.
Tire lo que tenía en las manos en el pasillo y bajé corriendo. Allí me
encontré a ese hombre gritando ‘os voy a matar, os voy a matar’.
Mientras iba dando golpes al coche, con las manos y con la cabeza”,
recuerda. Dentro seguía la esposa de Elías, atemorizada. El hombre
cuenta sin tapujos que la emprendió a golpes con la víctima mortal.
“Salté a por él, nos liamos a puñetazos”, explica. Hasta que varios
vecinos que estaba en la zona mediaron y consiguieron separarles. Elías
asegura que la víctima “iba drogado”, salivando, como si fuese “jabón”
En ese intervalo de tiempo, varias personas habían dado ya el aviso a
los Mossos d’Esquadra. Pero cuando llegaron, encontraron el lugar en
calma. “Él tenía sangre en la cara, también había sangre en mi coche...
Sangraba por la nariz y tenía los ojos hinchados por los golpes”, admite
Elías. A su entender, la víctima “estaba como un animal”, aunque admite
que en el momento en el que apareció la policía, la situación estaba
más o menos normalizada.
Pero la identificación posterior a la pelea desató de nuevo el
conflicto. “Él quería irse”, indica Elías. “Quería subirse a su piso”,
asegura María Luisa, que lo vio desde el balcón. Pero una agente de los
Mossos que le estaba identificándole trató de impedírselo. En ese punto
empiezan la diversidad de versiones. Tanto Elías, como María Luisa y
Liberto sostienen que el hombre agredió a la mujer. “La tiró de la
coleta y la tiró al suelo”, explica Liberto. “Incluso parecía que la
intentó morder”, añade Elías, algo que sostiene también la policía
catalana. Otros testimonios afirman que la mujer pegó al hombre. Juan
Pablo Santos, vecino también de la zona, aseguró a BTV que el hombre
solo dio un “manotazo” para apartar a la mosso, y asegura que
ella y otros agentes reaccionaron echándose encima de la víctima. Edi
Emilov fue más allá y contó a ACN que “ocho mossos se tiraron encima
suyo, y empezaron a pegarle, muy fuerte”, que le “ataron de brazos y
piernas” mientras “seguían pegándole, súper fuerte”. Algo que Liberto,
María Luisa y Elías niegan. Liberto asegura que la víctima pegó una
patada a la agente, y que sus compañeros respondieron pegándole una
patada a él, y que luego intentaron reducirle, cayendo todos al suelo.
“Se hizo sangre en la cabeza” en la caída, asegura el hombre. Todos
coinciden en que después de ponerle las esposas, ya en el suelo, el
hombre gritó y se desvaneció. El Sistema de Emergencias Médicas (SEM)
estuvo reanimando, y le acabó trasladando al hospital Clínic, donde
murió cerca de las cuatro de la madrugada del domingo.
Curiooso que derepente cambien la primera version a esta otra lis supuestos agredidos . Mentira todo !!! Nunca en la vida el pegaria a badie NUNCA
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