Fa una pudor horrorosa a especulació pura i dura. Per què ha trigat tant l' Ajuntament a intervenir? De`part de qui està l'Associació de veïns?
http://www.elpais.com/articulo/cataluna/fincas/enfermas/Raval/elpepiespcat/20110305elpcat_2/Tes
jueves, 10 de marzo de 2011
Mobbing, paraisos fiscals, immobiliàries fantasma
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Menys mal! Temia que amb la intervenció de l'ajuntament s'erradiqués la prostitució i la delinqüència al carrer Robador.
ResponderEliminarPerò ja veig que les finques del 41 i del 45 seguiran tal qual.
Em quedo mes tranquil sabent que els nostres delinqüents seguiran controlant el carrer.
Que passa en aquests numeros? Que segueixen a lo seu?
ResponderEliminarDani tiene un piso en Nueva York, en un edificio de seis plantas donde viven unos cuarenta inquilinos. Fiel a sus principios ecologistas, llevaba años dando la murga para que la comunidad de vecinos aceptase una auditoría energética, a fin de evitar derroche, contaminación y cosas así. El trámite, le dijeron, pasaba por una visita previa del administrador de la finca. Se presentó éste en casa de Dani, y dijo que lo de la auditoría energética estaba divino de la muerte y era una propuesta interesante a más no poder. Que estaba entusiasmado con la idea hasta el punto de aplaudir, plas, plas, plas. Pero antes había un requisito: comprobar que el apartamento del reclamante se ajustaba a las ordenanzas de Nueva York sobre viviendas libres de toda sospecha. Luego señaló con dedo acusador los libros, periódicos y documentos profesionales que mi amigo tenía en su casa por todas partes. Según la disposición cuarenta y siete barra ochenta, indicó, o una de ésas, los libros apilados en el suelo podían obstaculizar el paso de los bomberos en caso de incendio. Sin contar con el peligro de tener tanto papel -material inflamable- en un edificio de apartamentos. Y mientras Dani, boquiabierto, intentaba deglutir aquello, el otro se asomó a la cocina y dijo literalmente: ajá, qué es lo que veo, tres granos de arroz integral sueltos sobre una mesa. Eso puede atraer cucarachas, e incumple la disposición sanitaria treinta y cuatro barra seis. O algo así. Dani, que viajaba a España dos días más tarde, dijo que sí a todo, acojonado, creyendo que poner tierra de por medio bastaría para que se olvidara el asunto. Pero al regreso encontró una carta preguntándole si había «abordado» lo de subsanar las deficiencias señaladas. Respondió que sí -abordar, pensó con lógica, no significa eliminar ni resolver- y consultó mientras tanto con un abogado la manera de que se olvidaran de él, de la auditoría energética y de la madre que lo parió. Pero el asesor legal dijo que verdes las había segado. Que, según las ordenanzas neoyorkinas, podía ser denunciado por violar los códigos de vivienda, de incendios y de salud. El consejo era que tragara.
ResponderEliminarSacado de:
http://www.perezreverte.com/articulo/patentes-corso/586/el-ecologista-ecologizado/