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La Guàrdia Urbana sanciona 400 actes incívics al dia
Las denuncias por infracciones de la ordenanza de la convivencia en Barcelona aumentan un 7,7% este año | El Ayuntamiento apunta que, pese a la disminución de las quejas por botellón, aumentan las multas | Una enmienda de PP y CiU al presupuesto del Estado permitirá convocar 100 plazas de policías locales
El número de infracciones de la ordenanza de la convivencia en el espacio público sancionadas por la Guardia Urbana de Barcelona
aumentó un 7,7% en los nueve primeros meses de este año respecto al
mismo periodo del 2012. Entre el 1 de enero y el 30 de septiembre de
este año, la policía local formuló un total de 110.931 denuncias por
incumplimiento de las normas del civismo vigentes en la capital
catalana. Dicho de otro modo, cada día los agentes de la autoridad han
impuesto 406 multas que, en muchos casos, difícilmente llegarán a
cobrarse.
El Ayuntamiento dio a conocer ayer los datos sobre el incivismo
en la ciudad durante la reunión del Consejo de Seguridad Urbana de
Barcelona, que corroboró la reducción de la actividad delictiva (un 5,6%
menos de infracciones penales que en los tres primeros trimestres del
2012), ya anunciada al término del verano tanto por el Departament
d'Interior como por el Ayuntamiento.
Fuentes municipales aseguran
que el incremento del número de denuncias por incivismo (un concepto
tan variopinto como la propia ordenanza, que engloba en un mismo texto
desde algunas formas de mendicidad o la prostitución callejera hasta el
consumo o la venta ilegal de alcohol en el espacio público) se debe más
al celo con el que se emplea la Guardia Urbana que a un relajo en los
hábitos y costumbres de los barceloneses y de los visitantes de la
ciudad.
Destaca especialmente el incremento, cifrado en un 22,1%,
de las denuncias por el consumo de alcohol en la vía pública. Y ello a
pesar de que las quejas por botellón al teléfono 092 se han reducido un
11,3%. Otra práctica incívica que, según los datos facilitados por el
Ayuntamiento de Barcelona, también está siendo objeto de una mayor
persecución policial es la de orinar en la calle, que ha recibido en los
nueve primeros meses de este año un total de 8.367 denuncias, un 16,1%
más que en el 2012. En cambio, las denuncias contra los trileros de la
Rambla -un fenómeno en decadencia- han caído un 67,4%. Ahora se impone
una media de dos sanciones diarias por estafar mediante la bola y el cubilete.
Las
intervenciones contra la venta ambulante también aumentan, en concreto
lo hacen un 5,4%, si bien el número de bebidas decomisadas desciende en
un 15,6%. Aún así, cada día, la Guardia Urbana se incauta todavía una
media de 1.211 latas. En contrapartida, a juzgar por las estadísticas de
la Guardia Urbana, crece el fenómeno de la venta ambulante no
autorizada de productos alimenticios. En concreto, del 1 de enero al 30
de septiembre el decomiso de este tipo de artículos superó las 44.000
unidades (un 67% más que el año anterior).
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