Algunos vecinos del barrio piden más cámaras en las calles serpenteantes del barrio
En coche, a pie, en motocicleta; de uniforme, de paisano; en pareja,
en grupo... Ayer los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana peinaron el
barrio del Born, y el distrito de Ciutat Vella en general, en busca de
un hombre joven, de origen magrebí, de un 1,70 aproximadamente, que la tarde del martes segó la vida a un hombre de 64 años e hirió a otro, de 67, de gravedad.
Las dos agresiones las cometió de forma concatenada. Primero, poco
antes de las siete, acuchilló a un hombre en la calle de Banys Vells,
junto a Barra de Ferro. Luego, huyó hasta la calle de Brosolí, donde
agredió hasta matarle a otro que, según diversos testigos, intentó
pararle. Pero consiguió escapar de todos: de los vecinos y de las
patrullas policiales.
Desde entonces, la prioridad de los Mossos es dar con él. Desde el
martes por la noche interrogan a multitud de vecinos del barrio, para
conseguir una descripción ajustada del hombre y del episodio. También
han requisado las imágenes de las cámaras de videovigilancia de los
establecimientos de los alrededores, que pudiesen captar algo.
En estos momentos, sigue siendo una incógnita qué motivó las dos
agresiones del fugitivo. Pero la hipótesis del robo es poco probable,
según fuentes cercanas al caso. Varios testigos describieron lo sucedido
como la actuación de un perturbado: el hombre iba vociferando por el
barrio, comiéndose un bocadillo, cuando sin motivo aparente agredió a la
primera víctima. Luego huyó y mató al segundo hombre que intentó
detenerle.
A primera hora de ayer, el barrio era un hervidero. En los corrillos
no se hablaba de otra cosa. “Oímos gritos de socorro y mi hija que
estaba fuera vio como apuñalaban en el cuello, como si fuera Psicosis,
a un hombre tendido en el suelo. Mi marido instintivamente salió a
correr tras el agresor, incluso se tropezó. Fue entonces cuando el
asesino salió corriendo asustado, antes de matar a aquel señor en el
cruce de Brosolí y Mirallers”, aseguró una quiosquera de la zona, que en
el momento de la agresión estaba en una tienda de souvenirs. La mujer
de esa tienda confesó que estaba “asustada”: “Si lo ha hecho sin motivo
lo puede volver a hacer, a cualquier persona y sin venir a cuento. No
quiero decir nada más por miedo”.
“Necesitamos cámaras de vigilancia, sino seguirán pasando cosas como
esta”, afirmó un dependiente de un establecimiento de paquistaníes. Una
opinión que comparte la presidenta de la asociación Bon Comerç, Marga
Domingo, que reúne a un centenar de comerciantes: “Estaría muy bien que
pusiesen más cámaras, aunque ya hay en el entorno del Museo Picasso”.
Domingo, sin embargo, repitió que se trata de un episodio aislado, y que
considera que hay “mucha seguridad” en el barrio, con patrullaje
habitual de mossos y guardia urbanos.
El alcalde Trias pide calma
El alcalde de Barcelona, Xavier Trias, reaccionó ayer con una
presteza inusitada al asesinato de un hombre en el Born y la agresión de
gravedad a otro por parte de un joven que logró huir del lugar.
Aseguró, en respuesta a preguntas de los periodistas, que se trata de un
“hecho lamentable”, pero insistió en que podría haber ocurrido en
cualquier “ciudad o país”. También pidió a los ciudadanos que confíen en
los Mossos y la Guardia Urbana, que buscan al fugitivo, que acuchilló
sin motivo aparente a su primera víctima, que se recupera en el
hospital, y mató a la segunda cuando intentó pararle.
El líder del PP en el Ayuntamiento, Alberto Fernández, contestó a
Trias pidiéndole que “no baje la guardia” ante los delitos en la ciudad.
En cuatro días, dos personas han muerto de forma violenta: el hombre
acuchillado en el Born y una anciana que fue hallada en su piso el
domingo, en el barrio acomodado de Sant Gervasi, presuntamente víctima
de un robo. Estos hechos “confirman un repunte de los actos de mayor
gravedad en la ciudad”, insistió Fernández a través de un comunicado.
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