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martes, 15 de abril de 2014

Soroll a ciutat vella

El turismo frustra el intento de reducción del ruido en Barcelona

Las personas que han estado expuestas a demasiado ruido conocen la gravedad del asunto. No poder dormir por culpa del murmullo de los coches o por el volumen de la música del bar de la esquina puede generar enormes problemas de salud. Y las molestias por contaminación acústica no solo se producen de noche. Estar expuesto a demasiados ruidos durante el día también puede complicar y mucho la salud de los ciudadanos.
Los vecinos de Ciutat Vella, donde se concentra el turismo de Barcelona y la mayor densidad de población, lo saben perfectamente. Es el único distrito de Barcelona donde ha subido la contaminación acústica de día y también de noche desde 2009, según las conclusiones del último Mapa Estratégico del Ruido presentado ayer en Barcelona.
Las consecuencias que el ruido puede provocar en las personas son muy subjetivas. Hay que tener en cuenta la “personalidad de cada uno y la exposición a ese mismo ruido que ha tenido anteriormente”, según explica el experto del Consejo de Investigaciones Científicas (CSIC) Francisco Simón. Pero sí que hay alguna conclusiones que permiten generalizar. Una de ellas es que “el ruido puede provocar neurosis y puede llegar a obsesionar a las personas”, según Simón. Existen casos en los que el ruido cesa, pero la obsesión de la persona que lo sufre es tal que no puede descansar porque está pendiente de que se vuelva a producir. Esta es otra conclusión a la que han llegado los expertos: el principal problema del ruido es la “falta de control” sobre el mismo. Es decir, no saber cuando empieza ni cuando termina.

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