También verbaliza el malestar de La Barceloneta el antropólogo Andrés
Andeberri, vecino del barrio y miembro del grupo de investigación sobre
Turismo de la Universidad de Barcelona (UB), donde forma parte del
Observatorio de Antropólogos sobre Conflicto Urbano.
Andeberri,
que está elaborando un estudio sobre la problemática turística en La
Barceloneta, ha advertido, en declaraciones a Efe, que existe un riesgo
real de estallido social, al confluir el hartazgo por los efectos de un
modelo de turismo de masas "depredador" y la frustración que genera la
crisis económica.
Lejos de criminalizar a los turistas, el
antropólogo Andeberri pone el foco en el modelo de "turismo depredador"
que cree que se ha ido asentando en Barcelona, tras años de "barra
libre" o "tarifa plana" que ha permitido la proliferación de todo tipo
de establecimientos turísticos, desde hoteles de lujo hasta cruceros,
pensiones y apartamentos turísticos.
Según Andeberri, el turismo
de borrachera es uno de los problemas que genera el turismo, y que lo
sufren directamente los vecinos, si bien el problema principal es que la
ciudad se ha "vendido" al mercado turístico. "Sólo se ha mirado la
economía, el bolsillo, pero no la repercusión social del turismo
depredador", ha denunciado.
Por este motivo, ha apuntado que la
única solución es replantearse a fondo el modelo turístico de masas
Barcelona y romper la "alianza" de intereses entre las grandes compañías
hoteleras privadas y el Ayuntamiento de Barcelona.
En el caso de
La Barceloneta, Andeberri opina que el problema no lo configuran sólo
los turistas incívicos, sino también la apuesta por un modelo elitista,
con la proliferación de establecimientos de lujo, con la presión
especulativa que cree que ha supuesto para los vecinos, como el Hotel
Arts, el Vela y la prevista remodelación del Port Vell, para que puedan
atracar yates de grande y mediana eslora.
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