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El Ayuntamiento está explorando todos los mecanismos para evitar la apertura de apartamentos turísticos en la Barceloneta y también en Ciutat Vella.
A las inspecciones aleatorias que se han generalizado en estas últimas
semanas contra los pisos pirata se suma ahora la decisión de suspender
la concesión de licencias para "la instalación o ampliación" de más
apartamentos en todo el distrito durante un año. Así lo decidió la
comisión de gobierno, celebrada la semana pasada, en la que se optó por
ampliar a Ciutat Vella la suspensión de permisos de viviendas de uso
turístico que se impuso en abril de este año para el Eixample y
determinados barrios de Gràcia y Sant Martí, mientras se elabora la
ordenanza que deberá regular la actividad.
De esta manera,
mientras esté en vigor la suspensión de comunicados y licencias no se
podrán abrir apartamentos turísticos en el distrito. En Ciutat Vella
existe un tope máximo de apartamentos -está en torno a los 700
alojamientos que funcionan legalmente- y la actividad no puede crecer
más, pero sí que se permite comprar licencias de apartamentos y
agruparlas en una sola finca. Una situación que prevé el nuevo plan de
usos, que, entre otras cuestiones, estableció una moratoria para que
poco a poco los pisos turísticos se acabasen adaptando a la norma,
desapareciendo de las escaleras de vecinos y situándose en un mismo
edificio con el fin de evitar la conflictividad vecinal.
La
iniciativa, explican fuentes municipales, busca fundamentalmente blindar
aún más la Barceloneta. Un paso más para frenar la proliferación de
esta actividad que se concentra sobre todo en los barrios más
turísticos.
Estos días en los que se inició la cruzada contra
este tipo de alojamiento en la Barceloneta son muchos los vecinos que
relataron la llegada de inversores extranjeros que se interesaban por la
compra de un bloque entero de pisos en el barrio para destinarlos a
viviendas de uso turístico. De hecho, el Ayuntamiento ha detectado la
posibilidad de que empresas del sector compren diversas licencias
situadas en barrios de Ciutat Vella para después agruparlas en un solo
edificio de la Barceloneta. Algo que es legal, pero que el Ayuntamiento
desearía evitar a toda costa para no soliviantar más a los vecinos que
llevan semanas manifestándose contra la proliferación de esta actividad.
"Antes de que esto ocurra se ha decidido actuar con una decisión que
afecta a todo el distrito y muy especialmente a la Barceloneta",
señalaron a La Vanguardia fuentes del Ayuntamiento.
La medida,
que se publicó en el Butlletí Oficial de la Província de Barcelona, el
pasado miércoles, señala que la suspensión es complementaria a la
adoptada anteriormente en otros ámbitos, "con la finalidad de proceder a
los estudios previos a la tramitación del plan especial urbanístico
para la regulación de los apartamentos turísticos". La futura ordenanza,
que podría ver la luz en los próximos meses, podría establecer que en
determinadas zonas saturadas por este tipo de alojamientos no se puedan
abrir más apartamentos turísticos.
El pasado 30 de abril, tras
un acuerdo CiU y PP se suspendió la concesión de licencias en el
Eixample y en los barrios de la Vila de Gràcia, Poblenou, Camp d'en
Grassot y Gràcia Nova, Poble Sec, Sant Gervasi-Galvany, Putget-Farró,
Clot-Camp de l'Arpa y las inmediaciones del hospital Sant Pau y de la
estación de Sants. Para abrir un apartamento turístico sólo se debe
comunicar al Ayuntamiento la intención de abrir el negocio y pagar una
tasa de 227 euros al año.
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