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i la interior no?
Cabinas telefónicas, transferencias de dinero, fax, internet, tarjetas
prepago, recarga del móvil, viajes baratos..., todo esto puede caber en
un locutorio. Y aprovechando bien el espacio, los
carteles y ofertas de cada actividad pueden llenar los pocos metros
cuadrados del vidrio del escaparate, de manera que apenas se puede atisbar el interior. Si además el rótulo sobresale mucho y entre el inglés, el castellano o el urdu falta el catalán, tiene un problema con la ordenanza del paisaje urbano de Barcelona. Un problema que, en Ciutat Vella, el Ayuntamiento y el Gremio de Locutorios de Catalunya quieren empezar a solucionar.
Un convenio
a punto de firmarse entre el distrito y el gremio de locutorios
establece plazos y ayudas para adaptar la imagen comercial de estos
locales, tanto en lo que afecta a los rótulos, carpintería,
instalaciones y chapados como a la supresión de lo que se viene a llamar
manchas cromáticas (carteles, anuncios, pegatinas en los escaparates), y
la limitación de los expositores publicitarios orientados a la vía
pública. Como un programa parcial de aquel exitoso Barcelona, posa't guapa para los locutorios.
El
Ayuntamiento se dirigió al gremio de locutorios de Catalunya, presidido
por Abdul Razzaq, para advertirle de que las fachadas, rótulos y
escaparates de muchos de estos establecimientos en Ciutat Vella no se
adecuan a la normativa de la ordenanza del paisaje urbano. Junto a la
advertencia iba la oferta de colaboración y ayudas económicas.
"Coincidimos
con los objetivos del Ayuntamiento -explica Osama Alkhatib, secretario
del gremio de locutorios-. Quiere mejorar la imagen turística de Ciutat
Vella y nosotros queremos mejorar las condiciones dentro de los
locutorios, con más iluminación y claridad. Los dos queremos que las
fachadas estén más limpias y que, aunque haya anuncios de la oferta, que
desde fuera se pueda ver el interior". Uno de los incumplimientos más
frecuentes se da en la rotulación de estos establecimientos. La ley de
política lingüística establece para los comercios la obligación de que
los carteles de información general fijos, así como los documentos de
ofertas, estén redactados al menos en catalán (obligación que no alcanza
a las marcas y nombres comerciales).
También hay casos de
rótulos que sobresalen demasiado de las fachadas. Otro incumplimiento
habitual consiste en llenar los escaparates de carteles, anuncios,
ofertas... No es que esta práctica esté prohibida, pero sí existen
límites al espacio que se puede ocupar con las manchas cromáticas. La
abundancia de anuncios no es exclusiva ni mucho menos de los locutorios.
También es habitual en oficinas de agencias de viaje o de
inmobiliarias.
A finales del próximo octubre el distrito espera
tener al día la documentación previa al plan, mediante fichas de cada
uno de los establecimientos. Se trata de "fichas de regularización", con
una propuesta concreta de cómo se adecuará cada comercio a la
normativa. Hay locutorios que sólo habrán de adaptar los rótulos o las
manchas cromáticas. Son los que primero se tendrán que regularizar
(plazo hasta el 15 de diciembre). El resto tendrá un plazo más largo,
hasta el 30 de abril del 2015.
Los locutorios podrán acogerse a
programas de ayudas del Institut del Paisatge Urbà. Con el proyecto
definido de cada comercio, se podrán obtener ayudas en torno a un 30%
del coste de la adecuación. Además, el convenio establece una especie de
moratoria de sanciones. Los servicios técnicos del distrito de Ciutat
Vella no iniciarán ningún expediente con relación a las cuestiones
reguladas en el convenio a ningún establecimiento que vaya cumpliendo
los plazos. La tramitación de informes ya iniciados (y que en teoría
podrían acabar en sanción) se prorrogará hasta cumplir los plazos de
adaptación a la normativa, de manera que al final se acabarán
archivando.
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