Tres protestas simultáneas en Ciutat Vella piden "otro turismo" en Barcelona
Veïns del Gòtic, el Raval i el Casc Antic també surten al carrer
Veïns de Ciutat Vella protesten avui pel "turisme invasiu"
'Tots som Barceloneta': Veïns de Ciutat Vella es manifesten contra el model turístic
Las protestas de vecinos de la Barceloneta por los pisos turísticos y el incivismo se han extendido este miércoles a otros barrios de Ciutat Vella -Raval, Gòtic y Casc Antic- con tres concentraciones en Rambla del Raval, Plaça del Pi y Pou de la Figuera que han reunido a 70 personas en cada lugar, según los organizadores, y a una veintena por sitio, según la Guardia Urbana. La movilización simultánea forma parte de la campaña Ciutat Vella no està en venda.
En
declaraciones a Europa Press, el portavoz de las diversas entidades
vecinales convocantes, Xavi Ferrer, ha calificado la protesta de 'efecto
Barceloneta' de solidaridad entre barrios, lo que explica porque la
"privatización del espacio público" tiene una dimensión de ciudad. Ha
hecho una lectura muy positiva de la convocatoria, puesto que el tejido
asociativo del Gòtic está destruido y es la primera vez en muchos años
que la gente se moviliza. Ha avanzado que este fin de semana habrá una
reunión de coordinación en la que está previsto que asistan
representantes de vecinos de los barrios de Poble Sec, Gràcia, Poblenou,
Eixample Esquerra y Sagrada Família, también afectados por esta
problemática.
Ferrer ha reivindicado "otro turismo"
que sea compatible con las personas que viven en el barrio, puesto que
el modelo actual es de "usar y tirar" y supone una invasión del espacio
público. Según ha detallado, el aumento del precio de los alquileres por
el turismo ha expulsado a los vecinos y a sus hijos del barrio; ha
destrozado el tejido asociativo y los comercios, y ha privatizado el
espacio porque sus usos han dejado de ser para los vecinos. Para cambiar
el modelo, ha propuesto limitar el número de turistas que llegan cada
día en avión y en crucero; perseguir los pisos turísticos ilegales, y
revisar las licencias de las terrazas, puesto que acaban en manos de
restaurantes de alto nivel y los precios son muy caros.
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